8.30.2014

Paso Migratorio


Amnistía Internacional lanza una campaña y una web enfocada principalmente en visibilizar las violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de niñas, niños y mujeres en tránsito por México.

Se sabe que el paso por territorio mexicano desde Centroamérica hacia los países del Norte, e un verdadero infierno que hacen pagar a quienes huyen de la miseria en sus países. Muy alto precio.

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Este proyecto nace de la emergencia que se vive en las zonas fronterizas de México. Queremos Contribuir a la presión pública para garantizar a las niñas, niños y mujeres migrantes el acceso a sus derechos sexuales y reproductivos durante su paso o estadía en México..
Cada año, miles de mujeres, hombres, niñas y niños atraviesan México sin documentos como migrantes irregulares, nueve de cada diez proceden de El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua.
Su viaje es uno de los más peligrosos del mundo. Todas las personas migrantes corren peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos, pero son las mujeres, los niños y las niñas más vulnerables a ser objeto de trata y de agresiones sexuales a manos de delincuentes, otras personas migrantes y funcionarios corruptos.
Aunque de pocos casos queda constancia oficial, y prácticamente ninguno llega a ser enjuiciado, algunas organizaciones de derechos humanos y expertos en el tema estiman que hasta seis de cada diez mujeres migrantes sufren violencia sexual durante el viaje. 
La violencia sexual, o la amenaza de, a menudo se utilizan como medio para aterrorizar a las mujeres y sus familias. Muchas bandas delictivas parecen utilizar la violencia sexual como parte del “precio” que exigen a las personas migrantes. Según algunos expertos, el peligro de violación es de tal magnitud que los traficantes de personas muchas veces obligan a las mujeres a administrarse una inyección anticonceptiva antes del viaje, como precaución contra el embarazo derivado de la violación.
De la mano con esto, muchas mujeres migrantes se ven disuadidas de denunciar la violencia sexual por la presión para continuar su viaje y por la falta de acceso a un procedimiento efectivo de denuncia. Pese a las numerosas violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, niños y mujeres migrantes, hay un limitado, y casi nulo en algunos casos, acceso a asistencia médica o psicológica adecuada o a otros servicios de apoyo para ayudar a las mujeres y niñas traumatizadas por su experiencia y, potencialmente, permitirles presentar una denuncia judicial. 


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Pueden participar, contar su historia, apoyar la campaña aquí: http://pasomigratorio.mx/

8.17.2014

A donde vaya, el indio emigra


A donde se vaya, un indio emigra
Ana Matías Rendón
Los Estados Unidos: Chicago, New York, Los Ángeles, todo California; cualquier parte de México, ciudad o terreno agrario: Distrito Federal, Monterrey, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Baja California; más allá del mar finito o en Nuestra América, ningún lugar es igual a otro, cada uno es diferente de sí, y adonde sea que el indio va, es el intruso; pisa el lugar que no es aquí ni allá, una zona que no refleja lo que es, un espacio-tiempo perdido que lo llena con insolencia. Destino de la inmigración: transición inevitable.
La cuestión es: ¿a todos los indios les va igual? Los temas son recurrentes: políticas públicas que impiden el desarrollo individual y colectivo, una economía moderna que obliga a salir de las comunidades de origen y contribuye a la informalidad de los miembros de los pueblos originarios en las ciudades, la pérdida de valores tradicionales que fomenta la desaparición de la cultura o ausenta la identidad original. La transición es un asunto peliagudo.
No hay una condición homogénea, aunque puede decirse que existe una generalidad. Recaen sobre los indígenas: la discriminación racial; el clasismo por su pobreza material y por el analfabetismo cultural; la falta de oportunidades laborales y educativas; la obligación a mudar las ropas, hablar una segunda lengua en su país, a cambiar de costumbres. En su nombre se diseñan mecanismos jurídicos, discursos de defensa, artículos bien y mal intencionados, investigaciones concienzudas… y quienes miran en medio del remolino de ideas múltiples sobre los indios, piensan, son homogéneos.
Las sociedades indígenas son tan complejas como los grupos sociales que conforman una nación; divididos por zonas étnicas, se subdividen por regiones, luego por cabeceras municipales y rancherías. Cada pequeño núcleo tiene su propia forma de vida que dista de la más cercana, pero las diferencias no son tantas cuando las entiende quien vive en ellas. Cada sociedad indígena tiene sus propias reglas de justicia y repartición de tierras, en cada una prevalecen los comerciantes que tienen voz gracias a su dinero, familias de principales que se ven amenazados, campesinos pobres descontentos, profesionistas que encuentran oportunidades negadas a sus padres. No es una ciudad, es una comunidad. Entonces, no existe una consecuencia unificada en la emigración, como no hay una vida singular en las comunidades.
Los hijos de familias bilingües, regularmente, tienen un mejor estatus que los hijos de campesinos monolingües, los hijos de maestros o profesionistas aprenderán mejor que aquellos cuya posición social-económica jamás les haya permitido mirar el otro-mundo. Sí, algunos ya reciben apoyos económicos gubernamentales, otros no. También este último aspecto entra como guimbalete para alterar la maquinaria social que, a veces, nos impedimos ver.
Tan diferentes y a la vez tan similares. Los indígenas migrando abren nuevos espacios de interacción, crean y modifican subjetividades, cuestionan modos de vida y se cuestionan a sí  mismos en el enfrentamiento con el mundo, hasta perderse. El indio está en medio del desarraigo a lo “original” y en una marginación de lo “nuevo”, pero el indígena se encuentra allende de las bifurcaciones, dicotomías y dialécticas que han atrapado a su imagen; él es una transformación continua —muy a pesar de los defensores del egipticismo de Ramos—, provoca transiciones, mimetizándose con ellas.
¿Aún no lo sabemos? ¿Podremos asumir la transición sin resentimientos y culpas? Transitar entre lo original y lo nuevo, atrapados por un dios impuesto que se venera con fervor, en la defensa de tradiciones que no son las mismas que las practicadas por los antepasados, resistiendo los embates de los de siempre, mintiéndonos con las viejas mentiras y mirando el presente con aliento de vida.
Adquirir, paulatinamente, lo que los otros ofrecen e imponen. Un proceso que se puede notar con otros migrantes a lugares similares, mexicanos —por igual— a Estados Unidos; la persistencia —algunos dirán “necesidad”— de los indios por defender sus tradiciones a donde sea que vayan, seguirá siendo lo gravoso del asunto de la integración. La heterogeneidad de las condiciones individuales complica el análisis de la inmigración.
Más allá de todo lo que implica el indígena migrando, se encuentran los hombres y mujeres que se enfrentan a condiciones internas y externas que imposibilitan la ruptura y aceptación de la integración, sin embargo, son ellos quienes dan un paso por encima de la desvaloración de las ideologías predominantes como de los propios prejuicios indígenas La realidad existe lo mismo si no se nombra.
Ana Matías Rendón estudió filosofía. Autora de un ensayo bilingüe (mixe-español) en el libro colectivo Pensamiento y voz de mujeres indígenas (INALI, 2012) y de un breve ensayo sobre la construcción de la imagen del indio en Tierra Baldía, número 54. Dirige la revista electrónica Sinfín.

8.14.2014

Infografía sobre las migraciones a nivel global

Esta es una infografía interactiva. Para acceder a su funcionalidad, puede ir aquí, que es parte del Laboratorio sobre Migraciones del sitio de la ECF, Fundación Cultural Europea. 

8.13.2014

el sueño chino y sus migrantes

A dream, in the truest sense, is a solo act. It can’t be created by committee or replicated en masse. Try as you might, you can’t compel your neighbor to conjure up the reverie that you envision. And therein lies the latent, uncertain energy in the concept of the “Chinese Dream.” As the new central motto of Chinese politics, introduced by President Xi Jinping in 2013, it is an expression of the Communist Party’s attempt to acknowledge the aspirations of its people. At the same time, wittingly or not, it is a provocative invitation to the public imagination.

In a country that has long defined its interests in collective terms, people are no longer waiting for their goals and sacrifices to be decreed from above. In Sharron Lovell’s insightful short film, she shows us the Chinese Dream not as a slogan but as the possession of the ordinary young men and women who will determine China’s future. A migrant worker from Henan who says of his austere life in the capital: “In Beijing, all I have is this bed.” A farmer’s daughter who is determined to find the “space to imagine freely.” And, an idealistic student who wants nothing more than to “truly improve the lives of ordinary Chinese people.” They live in the age of the selfie, of headphones, of the smartphone video. Each shows us that, in a city with a population larger than that of Australia, it is possible to be both alone and awakened by the urge to dream.

—Evan Osnos

8.04.2014

La triple discriminación de la mujer inmigrante y trabajadora


Reivindicar la necesidad de asumir la construcción de una sociedad en la que se reconozcan y garanticen las condiciones de igualdad y vida digna para las mujeres extranjeras debe ser uno de nuestros objetivos. La mujer extranjera sufre una triple discriminación: Discriminación  como MUJER, como TRABAJADORA y como INMIGRANTE .De cara a estas discriminaciones, deberían hacerse cargo la ciudadanía, los poderes públicos de ámbito local y nacional y las administraciones que trabajan a favor de la mujer.
Las condiciones del mercado laboral actual, los sectores económicos en los que se registran los niveles más altos de ilegalidad son los mismos en los que se ha concentrado la demanda de trabajo de extranjeros y, no por casualidad, los que registran mayores niveles de precariedad. De estos, las mujeres inmigradas y fronterizas, en el caso de nuestra ciudad,  han sido reclutadas mayoritariamente en ramas caracterizadas por sus condiciones de inestabilidad y desamparo jurídico, como el trabajo doméstico y de cuidado, la hostelería y la prostitución.
En general, las mujeres extranjeras trabajadoras,  contribuyen más de lo que perciben, y su colaboración en el mercado laboral y en el crecimiento económico no conlleva una contrapartida adecuada en el reconocimiento y ejercicio de sus derechos.

MUJERES EXTRANJERAS TRABAJADORAS EN LA LLAMADA INDUSTRIA DEL SEXO:
Las mujeres que ejercen la industria del sexo son en su mayoría mujeres extranjeras y su ejercicio está sujeto a relaciones de explotación y abren espacios de impunidad a los traficantes de personas y al trabajo sexual forzado.
Dado que los derechos de las personas migradas y los derechos de quienes ejercen la prostitución son derechos humanos, urge la elaboración de una política de lucha contra el tráfico de seres humanos para su explotación sexual, que en lugar de fundamentarse en la aplicación de sanciones y la práctica de expulsiones respecto de las personas traficadas, supongan el reconocimiento de sus derechos humanos, sociales, judiciales y la prestación de ayudas específicas.
EXTRANJERAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA:
La Mujer extranjera es especialmente vulnerable en situaciones de maltrato familiar. Las circunstancias de hacinamiento, acoso económico y marginalidad, en que vive un alto porcentaje de estas mujeres, extreman las condiciones de intolerancia y violencia doméstica.   Muchas de ellas tienen miedo a denunciar porque carecen de la documentación necesaria de regularización de su situación administrativa. Esta principal carencia se añade las dificultades materiales, lingüísticas y administrativas que disuaden a la víctima de denunciar o solicitar garantías. Esta situación se agrava aún más en los casos en que la mujer extranjera,  que esté conviviendo con un nacional y tenga hijos, ya que su situación de vulnerabilidad y riesgo se acentúa al ser su pareja la que controla los recursos económicos de los cuales ella depende exclusivamente.
Ante esta situación, es urgente, adoptar nuevas normas y prácticas públicas que observen de manera no uniforme los casos de maltrato y protejan a la mujer extranjera víctima de este tipo de violencia de acuerdo con sus especiales circunstancias de vulnerabilidad y riesgo.  La indiferencia y dejadez ante la desigualdad y la exclusión de las más débiles nos condenará a todos a vivir en una sociedad injusta .

de http://mujerdelmediterraneo.blogspot.mx y http://digmunceuta.blogia.com/