desde más allá de Aztlán
los ciclos de la vida en el tiempo, incluída la humana, pasan usualmente desapercibidos.
Solemos asustarnos por cómo las cosas cambian, nuestras cotidianeidades, nuestro horizonte conocido. Olvidamos que siempre ha sido así, que los inmigrantes de antes son los intolerantes de ahora. Los que hace no tanto tiempo cruzaron los mares para paliar la hambruna como en Irlanda y España ahora se convierten en conservadores de las costumbres y tradiciones. Será que temen perder lo ganado? ganado, a quién?
El caso es que la humanidad siempre se ha movido de lugar, Ya sea por el hielo o por el deseo de aventura, por el hambre o por el deseo de poder. Por necesidad o por necedad. Es una condición humana. N0 hay porqué querer mantener la ceguera.
Solemos asustarnos por cómo las cosas cambian, nuestras cotidianeidades, nuestro horizonte conocido. Olvidamos que siempre ha sido así, que los inmigrantes de antes son los intolerantes de ahora. Los que hace no tanto tiempo cruzaron los mares para paliar la hambruna como en Irlanda y España ahora se convierten en conservadores de las costumbres y tradiciones. Será que temen perder lo ganado? ganado, a quién?
El caso es que la humanidad siempre se ha movido de lugar, Ya sea por el hielo o por el deseo de aventura, por el hambre o por el deseo de poder. Por necesidad o por necedad. Es una condición humana. N0 hay porqué querer mantener la ceguera.
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