Afp/La Jornada
Quito. Ecuador dejará de
considerar a los migrantes como ilegales mediante una nueva ley que les
garantizará derechos en el país al igual que protección a los
ecuatorianos que migren, informó hoy el presidente Rafael Correa.
El mandatario explicó que pese a que el gobierno ha alentado políticas a favor de los migrantes, se requiere una ley que evite que estas disposiciones puedan ser derogadas en el futuro.
En ese sentido, anticipó que la nueva ley -cuya aprobación está asegurada por la mayoría oficialista en el Congreso- convertirá a la migración en un derecho.
Asimismo, acabará con la figura del migrante ilegal, lo que en teoría implicará que no podrá ser considerado por fuera del marco legal que cubre a los ecuatorianos.
"Ningún ser humano puede ser considerado ilegal (...) eso es una barbaridad, es una aberración", señaló el mandatario durante su informe semanal de labores.
Correa aprovechó para reiterar sus críticas al tratamiento que reciben los migrantes en Europa y la que llamó "proliferación de cárceles para migrantes".
"A mí me ha tocado ver familias, niñas de 11 años con sus madres en la cárcel por ser ilegales. A lo sumo su estadía es irregular, ¿pero seres humanos ilegales?. Ahí nadie habla de derechos humanos", expresó Correa.
El presidente izquierdista señaló que la nueva legislación "garantiza también los derechos de los extranjeros en el Ecuador, los retornados, solicitantes de refugio, personas asiladas, apátridas".
Añadió que la norma también reducirá de 18 a cuatro los tipos de visas para extranjeros. La llamada Ley Orgánica de Movilidad Humana prevé, además, la protección de ecuatorianos en el exterior, el apoyo a la reunificación familiar y la prevención de la migración riesgosa.
"Seríamos el primer país del mundo que va a tener una ley de movilidad humana que incluye todos los grupos de personas que están en esta situación, y además que garantiza la protección de los ecuatorianos en el exterior", declaró María Landázuri, responsable del gobierno en temas de migración. Se estima que 1,6 millones de personas han emigrado de Ecuador hacia Estados Unidos, España e Italia, principalmente, en busca de mejores oportunidades, la mayoría a finales de los años noventa a causa de una severa crisis financiera.
El mandatario explicó que pese a que el gobierno ha alentado políticas a favor de los migrantes, se requiere una ley que evite que estas disposiciones puedan ser derogadas en el futuro.
En ese sentido, anticipó que la nueva ley -cuya aprobación está asegurada por la mayoría oficialista en el Congreso- convertirá a la migración en un derecho.
Asimismo, acabará con la figura del migrante ilegal, lo que en teoría implicará que no podrá ser considerado por fuera del marco legal que cubre a los ecuatorianos.
"Ningún ser humano puede ser considerado ilegal (...) eso es una barbaridad, es una aberración", señaló el mandatario durante su informe semanal de labores.
Correa aprovechó para reiterar sus críticas al tratamiento que reciben los migrantes en Europa y la que llamó "proliferación de cárceles para migrantes".
"A mí me ha tocado ver familias, niñas de 11 años con sus madres en la cárcel por ser ilegales. A lo sumo su estadía es irregular, ¿pero seres humanos ilegales?. Ahí nadie habla de derechos humanos", expresó Correa.
El presidente izquierdista señaló que la nueva legislación "garantiza también los derechos de los extranjeros en el Ecuador, los retornados, solicitantes de refugio, personas asiladas, apátridas".
Añadió que la norma también reducirá de 18 a cuatro los tipos de visas para extranjeros. La llamada Ley Orgánica de Movilidad Humana prevé, además, la protección de ecuatorianos en el exterior, el apoyo a la reunificación familiar y la prevención de la migración riesgosa.
"Seríamos el primer país del mundo que va a tener una ley de movilidad humana que incluye todos los grupos de personas que están en esta situación, y además que garantiza la protección de los ecuatorianos en el exterior", declaró María Landázuri, responsable del gobierno en temas de migración. Se estima que 1,6 millones de personas han emigrado de Ecuador hacia Estados Unidos, España e Italia, principalmente, en busca de mejores oportunidades, la mayoría a finales de los años noventa a causa de una severa crisis financiera.