“¿Dónde radica el mérito? Si en dar todo por nada o a partir de nada poder crearlo todo”.
Leonard Cohen.
Y es que en realidad la agricultura en México es uno de los trabajos más arduos y más riesgosos que existen por las imprevisibles condiciones climáticas. Un temporal, un ciclón, un norte, una granizada, una sequía prolongada ponen en riesgo las mejores cosechas. También las numerosas plagas que el propio calor favorece, hacen acto de aparición acabando con los cultivos, desagarrando el alma de los Jornaleros con desesperación ante la pérdida.
La gran movilidad que tienen los Jornaleros Agrícolas Migrantes los hace invisibles. Pocas veces se encuentran al pie de carretera, mucho menos de las autopistas. La mayoría de ellos trabaja en huertas y campos agrícolas alejados de los núcleos urbanos. Eso hace difícil ponerlos en un primer plano para aplicar políticas públicas en su beneficio.
La Migración Interna no cuenta con el interés que genera el migrante internacional, del que se va “¡Pa´l otro lado!”, “Pa`l Norte”, y a diferencia de este no cuenta con ese digámoslo así, el “Glamur” que el migrante internacional goza. Más allá de los espacios académicos ellos poco eco tienen. Siendo fenómeno de competencia Federal, ha limitado las acciones estatales. Las “Fuentes Consultables” del INEGI y SEDESOL no corresponden a la realidad pero muchos investigadores las toman por buenas. No se hace literatura sobre ellos, a nadie le interesa entrevistarlos, se hacen mínimos cortometrajes, videos o reportajes sobre su periplo buscando un nuevo aliento de vida. Nadie los ve vulnerados en lo más profundo como seres excluidos, marginados, degradados. Viven una vida ruda, cruda y cruel heredada, legada, marginada, condenada al destierro y al olvido.
“¿Qué importa que vivan sin ilusiones, mientras trabajen?” Dicen los Patrones. “¡Ese es su destino!” Rematan. ¿¿¿El Destino??? No creo en los destinos funestos ¿Acaso es una condena perversa? Soy un convencido del Libre Albedrio, de la capacidad de decidir y de asumir mis propias responsabilidades sin endilgárselas a alguien más o a un poder sobrehumano. Son una “Causa perdida” grita la mayoría. No lo creo, y si ya son eso, pues de todos modos seguir intentándolo, porque si es así, no tenemos nada que perder. Es una noble rebeldía en un mundo tan vil.
Los Jornaleros Agrícolas Migrantes no dejan ganancia política, no votan, y siempre en su mayoría, cuando se informa de ellos son noticia de Nota Roja. No hablan español o apenas lo “expresan”. “¡No te lo agradecen!” dicen con tono de reclamo los patrones insensibles, los usureros de las políticas públicas y los beneficiarios del voto popular. ¿Agradecimiento? Si esto sale bien, -como debe salir-, en beneficio del Jornalero Migrante, será el mejor estímulo que tenga pa ´seguir “Pa´lante”. Como diría el Ché: “La satisfacción del deber cumplido”
Son los mismos rostros que gritaron alguna vez “¡Ya Basta!”, pero estos ojos no están delineados por paliacates y pasamontañas. Son indígenas, pobres, analfabetos, abandonados. Las mujeres están peor, son mujeres, son indígenas, son pobres y son migrantes. Son las que peor la pasan en el campo agrícola, con la cosecha, con los hijos, con el marido y la falta de vida se las acaba rápido. Una mujer de 30 años puede llegar aparentar hasta 50. Al parecer para los Jornaleros Agrícolas Migrantes la sonrisa de la fortuna tiene que ganarse a pulso. Parece que su camino está siempre sembrado de espinas
Estuvimos con ellos, siempre respetando, siempre aprendiendo; compartiendo risotadas alegres platicamos cordialmente, nos acompañamos con sonrisas; y nos compartieron su abandono, nos llenamos de abatimiento, la tristeza nos rozó y casi la desesperanza nos abraza. Recorrimos brechas largas y brinconas para llegar hasta donde se ocupan, es decir, conocer donde su andar los trajo. Saber cómo viven o como sobreviven (lo que ha afectado seriamente mis ganas de reír y sonreír). Tuvimos contacto directo con los que menos tienen para tratar de sentir como propias sus inquietudes, afanes y penas y… ¡¿Qué propósito tengo sino es una causa así?!
¿Porque les conté todo esto? Pues bien, para solicitarles, pedirles el paro, el consejo, la guía, el rumbo, la ayuda, la recomendación, la valona, el Norte, su apoyo. Su Amistad – Esa, donde los amigos se llevan el corazón de uno y por ahí lo traen rolando entre sus costillas- acompañada de una gran sonrisa afectuosa.
Lo que les quiero solicitar es, que si alguno de ustedes conoce a alguien o tiene un contacto, un enlace, un amigo, un profesor, una profesora, una investigadora, un investigador, un conocido, una novia, un novio, un enterado, un informado, un fotógrafo, un videasta, un cineasta, un escritor, un periodista, una A.C., unas ONG`s, un organismo nacional o uno internacional. Que estén trabajando o estudiando o investigando este tema. Puedan ustedes ser este puente para tener manera de contactarlos y poder tender un espacio de comunicación con ellos para construir mejor este propósito. Poderlos consultar y en su caso, invitarlos a Michoacán. Evidentemente esto es de ida y regreso, información que puedan requerir sobre Jornaleros Agrícolas Migrantes en Michoacán, por favor, no duden en contactarme para poder compartir lo que por acá tenemos.
Desde hace casi 20 meses, en el marco de un acuerdo del “PROGRAMA DE PAIS UNFPA – MEXICO 2008–2012”, nos integramos como equipo (Secretaría del Migrante, Consejo Estatal de Población (COESPO-Michoacán), Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán (CIDEM), Fondo de Población UNFPA (ONU)), en un trabajo de investigación que concluya en una propuesta de Iniciativa de Ley, con el fin de establecer una Política Pública Estatal de atención a Jornaleros Agrícolas Migrantes en Michoacán.
Nuestro equipo es pequeño. Por lo cual ha hecho más trabajo del que podíamos imaginar en un principio, pero logramos ajustarnos. A pesar de que vamos trabajando bien, los tiempos han sido, digámoslo así, graduables. Para realizar las encuestas y para encontrarnos con ellos allá, donde pasan sus vidas, este equipo recorrió desde febrero a octubre más de 18,000 kilómetros de la geografía michoacana investigando en más de 30 municipios. En nuestro caso llegan Jornaleros de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz, Guanajuato, Morelos, Jalisco. Hablan Mixteco, Tlapaneco, Náhuatl, Triqui, Tzotzil, Otomí. Al cultivo de fresa, zarzamora, caña, aguacate, espárragos, chile, zanahoria, jitomate, pepino, hortalizas, frijol, calabaza, cebolla, limón, mango, plátano, guayaba, melón entre otros.
Se han sostenido “Cantidad” –dirían los cubanos- de reuniones con las dependencias municipales, estatales y federales que deberían asumir la atención a los Jornaleros Agrícolas Migrantes. Pero como ocurre en tantas otras cosas, no se articulan todos los recursos humanos y técnicos existentes en pos de una estrategia. Con el Congreso del Estado estamos construyendo el camino para incorporarlos a la Constitución local por medio de una Iniciativa de Ley. También nos han invitado a compartir nuestra experiencia en Bachilleratos y Universidades, y, en Institutos y Centros de Investigación
Las “Bases para la Implementación de una Política de Atención a la Migración Interna de los Jornaleros Agrícolas” fue nuestro punto de partida. A lo largo de este tiempo se han instrumentado talleres, seminarios, coloquios, simposios, con lo más destacado de la academia y la investigación en territorio Michoacano. Nos hemos codeado en encuentros con académicos, cultivándonos con: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH); Universidad de Guadalajara (UdeG); Unidad de Estudios Regionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Universidad Autónoma de Chapingo (UACH); Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS); Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS); Centro de Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración (INM); El Colegio de Michoacán (COLMICH); Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR-IPN-Michoacán); Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan AC; El Colegio de la Frontera Norte; El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A. C. Sonora (CIAD, A.C.); Centro de Investigaciones Socioeconómicas. Coahuila (CISE); Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM; Instituto de Estudios Económicos y Regionales (INESER) de la UdeG, entre las que me acuerdo.
Llegamos, siento yo, a un punto en que necesitamos abrir más nuestros caminos. Hemos estado aprendiendo en estos casi 20 meses más de ellos. Sentimos que agotamos por acá las Fuentes, tanto Académicas, como las del “Gobierno Federal” y las Consultables. Estoy seguro de que se puede hacer y aportar más.
No hay dinero, el Gobierno Federal recorta presupuestos y entre estos recortes se llevan a los Jornaleros Agrícolas. Apoyos y recursos son los que se necesitan, por eso me gustaría involucrar a otros organismos nacionales e internacionales para que la investigación esté lo más completa y las opciones claras. Muchos nos han recomendado solicitar apoyos internacionales pero no nos orientan para poder hacerlo. ONU-HABITAT, FAO, UNICEF, UNESCO y otros organismos internacionales, pero no estamos al tanto de cómo enlazarlos e invitarlos a darse una vuelta por Michoacán. Por favor, échenme la mano en esto, para poder echársela a los Jornaleros Agrícolas. Vale la pena, sino, saben ustedes que no los molestaría.
Los temas más fuertes con los Jornaleros Agrícolas Migrantes son: Trabajo, Alimentación, Salud, Derechos Humanos y Vivienda. Los Migrantes y más los Jornaleros Agrícolas deberían de ser los beneficiarios naturales de todas las políticas públicas transversales que se puedan desarrollar en su favor.
Los Niños trabajan igual que los adultos pero les pagan menos, ilegalmente contratados no reciben lo justo por su esfuerzo. Uno de los plebes que andaban por ahí nos comentó: “Quiero aprender a contar para ser “contador””, una sonrisa acompañó mis pensamientos, pero mientras queríamos hacernos la idea de su futuro académico, el morrillo con una sonrisa dibujada en el rostro nos aclaró que quería ser el que cuenta el trabajo, las arpillas, javas o cajas de la producción agrícola. Que solo quería aprender a contar pa´ cobrar bien el jornal.
La gran mayoría de los chicos jornaleros no saben que existen otras cosas más allá de los sembradíos, ignoran que hay otros niños diferentes pero iguales, otro mundo que también es de ellos nomás que no se ve desde aquí, solo se desdibuja en el horizonte.
El esfuerzo que todos hacemos por nuestros hijos para darles altas expectativas de vida es grande, porque siempre buscamos opciones y alternativas. Ellos no tienen ninguna, sino continuar como ahora, encadenados a esta condena eterna. Cuando les hablo de Laila Záhar mi sentir es que no me entienden, cuando les enseño fotos de ella les sorprende que sea blanca y güera (Y hermosa y maravillosa y simpática y… -dice el papá-), cuando les digo que hay más como ella, no me creen. Mi capacidad de comunicarme con ellos para decirles como son los niños que viven en la ciudad parece que ha perdido un poco de práctica.
Por eso quisiera que este fuera un segundo encargo. Para los que son mamás y papás, solicitarles cariñosa, solidaria y fraternamente, que sus hijos puedan compartirles un pedacito de su vida a los niños jornaleros, por medio de dibujos, cuentos, escritos, versos, fotos, videos, lo que sea más fácil. A los que Dios no les ha mandado hijos, seguramente el Diablo les mandó sobrinos, entonces pedirles a ellos y a ustedes que puedan compartir un cachito de su vida, de cómo viven y como ven el mundo.
Abraham García Garate