7.30.2012

Cineasta español aborda la migración a EU con ilegales de la vida real

Rodolfo Domínguez personifica a Chawuk, quien viaja en La Bestia Foto Moysés Zúñiga Santiago
Periódico La Jornada
Lunes 30 de julio de 2012
Brandon López es un guatemalteco de 16 años y uno de los 600 migrantes indocumentados reales que aparecen en la película mexicana La jaula de oro, primera cinta del español Diego Quemada-Diez, que se estrenará en México a principios de 2013.

López es el protagonista de esta historia de indocumentados que llegan a México en tránsito hacia Estados Unidos, junto a la niña Karen Martínez, también de Guatemala, y Rodolfo Domínguez, indígena tzeltal de Chiapas, quien no habla español. Ninguno de ellos es actor profesional y su vida diaria está muy lejos de la fantasía de una película.

El niño indígena vive en las montañas de Chiapas, aislado y en la marginación, por su idioma y la pobreza. López radica en una zona deprimida de la ciudad de Guatemala y una de sus aspiraciones es conseguir un empleo "de lo que sea".

A cambio de su trabajo en la cinta, recibió una motocicleta que nunca saca a la calle porque se "la pueden robar", además de un sueldo que guarda su mamá y del que no dice la cantidad también por temor a un robo. "Estoy pensando abrir un tallercito de herrería con eso", contó en entrevista.

Por trabajar en La jaula de oro, López perdió su empleo en un taller de tornos y el ciclo escolar. "Ya no me recibieron, cuando regresé ya había otro en mi puesto y en la escuela no dan permiso para faltar mucho".

Casi todos los actores de la película de Quemada-Diez son centroamericanos y trabajaron en la cinta de forma "ilegal", debido a su condición.

El trabajo de los niños y los 600 extras frente a la cámara se limitó a ser ellos mismos: migrantes en México. Por unos días el hambre y la violencia que sufrieron no era real y recibieron un sueldo, que aunque no fue el mejor, para muchos se convirtió en una ayuda para continuar su camino en busca del sueño americano.

López fue seleccionado de entre cientos de adolescentes guatemaltecos que audicionaron con la esperanza de conseguir un trabajo y ganar un poco de dinero.

"Emocionante, pero amargo"

Y recuerda la historia de la película como algo emocionante, pero al mismo tiempo amargo por las difíciles situaciones que en la vida real deben sortear los migrantes indocumentados.

"Uno encuentra muchas cosas feas en el camino, gente que cae del tren (de carga en el que se movilizan los migrantes para intentar llegar a la zona fronteriza) y nadie los ayuda, vi a una mujer con su hijo de 10 años (que quería ir a Estados Unidos), no hablé con ella, pero me dio tristeza verla", recordó.

A pesar de su timidez, López quiere ser actor de cine, pero no famoso. "A la vez sí me gustaría ser famoso, a la vez no, porque de verme así famoso tengo miedo de perder a mis amigos", declaró.

Ahora tiene la esperanza de que La jaula de oro se proyecte en Guatemala algún día. "Si no se va a ver allá, para qué la fui a hacer entonces; yo la hice para que la miren en mi país", concluyó.

La jaula de oro aborda la realidad de muchos niños migrantes que, acompañados de familiares o solos, emprenden la travesía para lograr llegar de manera ilegal a Estados Unidos, donde se encuentran algunos de sus allegados.

En su tránsito por México para tratar de ingresar de manera ilícita a Estados Unidos muchos migrantes son víctimas de robos, secuestros, extorsiones, reclutamiento por grupos del crimen organizado, tráfico humano y abusos de las autoridades mexicanas.

Algunos de estos aspectos son abordados en el filme.

La otra "olimpiada"

Hiriam Moreno, corresponsal de La Jornada


Salina Cruz, Oax. El grupo compacto se aproxima a la meta, vienen apretando fuerte, un grupo trata de despegarse del pelotón, quieren ser los primeros en llegar, el esfuerzo es titánico, no les importan los rayos inclementes del sol que los bañan por horas, no hay forma de combatir la deshidratación, las heridas de la jornada, fiebre, dolor de cabeza, de huesos, todo tiene que esperar al final, primero tienen que mantenerse firmes, aferrados al hierro como única esperanza de vida, caer de la bestia significa perder la posibilidad de llegar a cumplir su sueño americano de una vida mejor, incluso, podría costarles la vida, pero el esfuerzo vale la pena, su familia espera el primer envió de dólares y no pueden fallar…

Esta vez no hubo reflectores, nadie narró la travesía a campo traviesa de un grupo de jóvenes que de las naciones pobres del orbe, buscan cruzar la línea, una línea distante que los ubica de momento en un camino cubierto de maleza, de obscuridad, de soledad, de abandono, de vulnerabilidad en un camino lleno de peligros que imponen por igual policías municipales, estatales, federales, que grupos delincuenciales de todo tipo, de gente sin sentimientos que roba, golpea, secuestra, viola o mata por igual a mujeres, hombres y niños…

Los cien metros planos se convierten rápidamente en doscientos, trescientos, quinientos, mil metros de terreno agreste, en una tierra ajena, de gente desconocida que se parece mucho a la de casa, que tiene los mismos rasgos latinos que la tía, el hermano, la hermana, el primo, la madre que se quedó atrás, con el rosario entre sus manos, pidiendo por el hijo que quizás no volverá a ver, que lo despide con lágrimas en los ojos, con un abrazo de amor y de esperanza, se parecen tanto, pero esta tierra no le pertenece a él, allá no tendría que correr porque unos hombres le piden papeles, papeles que demuestren que mojado no es…

La embarcación corta el agua, como el viento frío las carnes, todos juntos rezan en silencio porque lleguen seguros a una playa desconocida, porque se calmen las olas, porque la noche los cubra y no los vean los de la marina, porque no vuelque la lancha, porque no los abandone el pollero, lamentan no tener salvavidas, lamentan haberse subido, lamentan haberse perdido…

Ahí vienen, es sin duda la delegación más grande, morenos, rubios, de ojos rasgados, grandes, de cabello quebrado, lacio, altos, bajos, gordos, delgados, bonitos y feos, son ellos, míralos, siéntelos, son tus hermanos y hermanas, son los migrantes del mundo, y si soportar hambre, sed, lluvia, sol, obscuridad, soledad, enfermedad, dolor, abusos, malos tratos, humillaciones, vejaciones, privación ilegal de la libertad, deportación, miseria, si esto fuera una competencia olímpica, si contara en Londres, ellos seguramente serían medallas de oro, de plata de bronce, pero no quieren nada de eso, solo quieren un trato mejor, una mano amiga, un gesto solidario, un vaso de agua, una sonrisa, una vida mejor…

7.29.2012

¿Por qué tan distintas percepciones sobre migrantes?

Por Ana María Aragonés


En un estudio muy interesante del Ipsos MORI Social Research Institute, se entrevistó a poblaciones de 24 países en el mundo, agrupados en seis regiones, para conocer sus percepciones sobre los migrantes. Una de estas preguntas fue si sienten que la migración se incrementó demasiado en sus países en los recientes cinco años, si la migración ha hecho más difícil encontrar trabajo y si creen que ha tenido impactos negativos en su economía nacional.

Llama la atención que los que se muestran más negativos en relación con ella son aquellos que presentan los más bajos porcentajes de migrantes como parte de su población en el año 2010: Asia (1.5%) Latinoamérica y Caribe (1.3%) África (1.9%). Sobre todo si comparamos con Europa (9.5%), Norteamérica (14.2%), o con Oceanía (16.8%). Regiones estas últimas que también tienen la percepción del incremento extraordinario de migrantes, aunque los datos parecerían darles la razón, pero presentan los mismos sentimientos negativos hacia los migrantes. Para esas poblaciones, sobre todo en los países desarrollados, la migración es negativa, porque ejerce una tremenda presión sobre los servicios públicos, como transporte, educación, salud, etcétera. Sin embargo, están bastante divididos cuando se habla de los beneficios culturales y económicos de la migración. Llama la atención que tanto Europa como el Medio Oriente y África son los más negativos en estos aspectos, así como cuando se les pregunta si consideran que los migrantes hacen del país un lugar más interesante para vivir. Es de destacar el hecho de que prácticamente todas las regiones, exceptuando Latinoamérica, están de acuerdo en que la migración debe ser selectiva, enfatizando en la de alta calificación, para que complemente las carencias que se presentan en ciertas profesiones en sus mercados laborales.

Subrayo un caso que me parece muy relevante y que, en el mismo estudio, se menciona como atípico, y es Suecia.

Suecia tiene el mismo stock de migrantes como parte de su población que Estados Unidos: 14.1%, que proviene de muy diversos países. Sin embargo, no se pueden constatar cuáles son, pues las autoridades suecas no basan sus censos en la etnicidad, lo cual resulta de entrada algo muy importante, pues sabemos que no es el comportamiento usual de los países en el mundo. Pero de acuerdo con Eurostat, los países de los migrantes son principalmente Irak, Irán, Turquía, Somalia, los chilenos asilados en la época de la dictadura de Pinochet, los kurdos y otros. Y las respuestas que dieron a lo largo del estudio también llaman la atención pues, por un lado, una parte importante de esa población no piensa que la migración haya crecido extraordinariamente, ni está catalogada como una de sus preocupaciones en el conjunto de las dificultades del país. Es interesante que, una parte importante de suecos no perciben que los migrantes hayan tenido ni un impacto económico negativo, ni un peso sobre sus servicios públicos, ni que por culpa de ellos hayan tenido mayores dificultades para encontrar trabajo. Por otro lado, consideran que la migración no debe ser selectiva hacia aquellos de alta calificación. Y resulta sumamente interesante que ante la pregunta de si creen que la migración ha hecho de su país un lugar más interesante, la respuesta, atípica como señala el estudio en relación con el resto de los países europeos entrevistados, fue mayoritariamente que sí.

Suecia es el primer país que mejor acoge a los refugiados, de acuerdo con el reportaje de Rikksdag y Departaments, medio de prensa adscrita al parlamento sueco. De acuerdo con el índice de políticas de integración de inmigrantes (MIPEX), Suecia calificó con 83 puntos sobre 100. Este informe, presentado en febrero de 2011 por la Comisión Europea en Bruselas, comprende a 31 países de Europa y América del Norte, teniendo en cuenta 148 indicadores analizados por especialistas e instituciones independientes. Portugal, seguido por Canadá, Finlandia y Noruega, se sitúa en segundo lugar en la integración de inmigrantes en el mercado de trabajo y en cuarto lugar en el acceso a la educación, que también lidera Suecia.

Como puede observarse, hay una enorme disparidad entre las regiones y no parece existir ninguna lógica de comportamiento en relación con las percepciones sobre los migrantes. Sin embargo, hay que encontrársela, pues resulta de enorme importancia comprender las consideraciones que sustentan las diferencias para poder acercarnos a la posibilidad de instrumentar políticas públicas de convivencia humana y de respeto a los derechos humanos.

Suecia parece ser el camino que se debe seguir para alcanzar estos objetivos.