2.20.2010

La emigración, uno de los temas de la XXXI Bienal de Pontevedra

El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Juan Durán, presentó el pasado jueves, en Vilagarcía, la XXXI Bienal de Pontevedra, dedicada en esta ocasión a los países de Centroamérica y el Caribe, y que este año recalará en la capital arousana. El acto, al que asistieron el comisario de la obra, Santiago B. Olmo, y los artistas Manolo Paz, Miguel Piñeiro, Xurxo Alonso, Víctor Mejuto y Carlos García Suárez, sirvió para dar a conocer la muestra, titulada UT(R)ÓPICOS, vinculando los conceptos de utopía y trópicos, para subrayar la conexión entre un espacio geográfico, que la historia asoció a lo paradisíaco, y los sucesivos proyectos de transformación, emancipación y modernidad que se fueron produciendo desde ese espacio.
Esta muestra incidirá en la importancia y en la diversidad de Centroamérica y el Caribe, así como en la transversalidad de la Bienal de Pontevedra 2010 en cuanto a la relación de Galicia con esos países.
La Bienal estará constituída por siete microexposiciones, una de las cuales, ‘Migraciones-Mirando al Sur’ versará sobre el tema de la emigración y es un proyecto expositivo producido por la Agencia Española de Cooperación.
‘Trayectos de ida y vuelta’ es el nombre de la microexposición que recorrerá el contexto histórico-artístico de los países de la zona, en relación con Galicia, a través de artistas como Castelao, Arturo Souto, Maruja Mallo o Granell, entre otros.
La Bienal también tendrá espacio para los trabajos de carácter histórico de Emilia Prieto, de Costa Rica, Margarita Azurdia, de Guatemala, y Rosa Mena, de El Salvador, que se presentarán bajo el título ‘Tres mujeres, tres memorias’.
Por otra parte, ‘Historias políticas’ versará sobre temas asociados al trabajo y la economía, a las consecuencias de las revoluciones de Cuba y Nicaragua y a los discursos post-coloniales, entre otros.
La microexposición ‘Ficciones’, se encargará de establecer un diálogo entre los fondos de la colección histórica del Museo de Pontevedra y artistas y obras contemporáneas.
Mientras, ‘Acción’ planteará un recorrido por el performance que tuvo un gran desarrollo en la zona centroamericana y que ofrecerá una reflexión social a través del vídeo documental y fotográfico.
Por último, ‘Tras-misiones’, una selección de nuevos artistas a partir del trabajo formativo desarrollado por proyectos independientes de carácter educativo e impulsado por artistas locales de trayectoria internacional consolidada.

El otro lado de la inmigración y Los que se quedan

En el 2009, apenas el año que terminó,vieron la luz pública dos películas documentales que tratan el mismo tema: la migración vista desde el lado de los que se quedan, Este título, Los que se quedan (those that remain) es el que nombra la de Juan Carlos Rulfo (El Hoyo, con el que ganó el Premio Sundance, además de haber ganado el Goya, varios Arieles, el premio del Festival de Guadalajara, el de la Habana, de Montreal y el Karlovy Vary International Film Festival) y Carlos Hagerman. Ellos conviven y entrevistan a varias familias, algunas de ellas michoacanas, sobre su vida, sus ausencias, sueños, dolores y alegrías. Momentos cotidianos, charlas sobre lo que piensan del amor y la lejanía, el trabajo y las fiestas. La perspectiva que tienen desde ese lado de la frontera, de los que se van en busca de una mejora en su manera de vivir.
Los que se quedan evita tratar temas políticos para enfocarse en las vidas de familias divididas por la migración.



Por otro lado y casi simultáneamente, Roy Germano, un académico norteamericano que hace investigación sobre la migración mexicana hacia Estados Unidos, entrevista a más de 700 personas en varios estados de la república y con ese material arma su primer documental, siendo una película de un-solo-hombre ya que él dirige, filma y edita , con el único presupuesto proveniente del estudio original sobre migración para la Universidad de Austin.

Ganador del Premio Politics in Film y selección oficial de varios festivales en los EStados Unidos, , The Other Side of Immigration tiene un sitio web aquí, donde se puede encontrar mucha más información sobre la película y su director.

2.15.2010

Revisan en Bruselas el protagonismo de las mujeres en los movimientos migratorios

El protagonismo femenino en los movimientos migratorios actuales está reconocido pero no siempre se concedió la misma importancia al papel de las mujeres en ellos. Hasta no hace mucho la sociedad española tenía el arquetipo masculino de sus propios emigrantes, “pero esta idea responde a una imagen estereotipada que no refleja la realidad en toda su complejidad y que se ha construido desde los valores de la masculinidad”. Así se expuso en el ‘Encuentro de Mujeres Migrantes, España y Europa’, que se celebró el pasado día 5 en Bruselas.
Alrededor de cincuenta participantes y tres ponentes, acompañadas por el consejero laboral en Bélgica, participaron el pasado día 5 en el acto titulado ‘Rencontre Femmes Migrantes, L’Espagne et L’Europe’ y organizado por el Centro de Documentación de las Migraciones (CDM), de la Fundación 1º de Mayo, que tuvo lugar en la Casa de las Culturas de Bruselas, inscrito en el marco de la Presidencia española de la Unión Europea, informan los organizadores.
Los responsables del encuentro buscaron huir de las estadísticas y de los discursos políticos, para aproximarse a la vida cotidiana de las migrantes. “Optamos por una perspectiva más cálida que combina la mirada temporal de largo alcance que aporta la historia de las migraciones; la mirada del arte, que nos aproxima al universo de las emociones, de los sentimientos y las vivencias, y la del testimonio personal de las protagonistas”, expone Ana Fernández, coordinadora del CDM y ponente en el encuentro.
Esa triple dimensión, explica, permite visualizar a las mujeres como protagonistas de sus vidas y desterrar la idea de que su papel en las migraciones fue secundario, subsidiario o complementario. “Nos parece que contribuimos así a construir una visión en términos más equilibrados y reales de los movimientos migratorios contemporáneos, que es, sin duda, uno de los objetivos del Centro de Documentación de las Migraciones de la Fundación 1º de Mayo”.
El acto, presentado por el consejero laboral, Ferrán Cardenal de Alemany, tuvo como ponentes a Eulalia Valldesora, artista; Josefa Marín, emigrante; y Ana Fernández Asperilla, doctora en Historia Contemporánea.

Objetivos
Fernández Asperilla explicó que el Centro de Documentación de las Migraciones de la Fundación 1º, al que representaba, al organizar el acto en Bruselas quiso visualizar a las mujeres en los movimientos migratorios. Hace apenas un par de años, la Universidad Libre de Bruselas organizó, bajo la dirección de la profesora Anne Morelli, dos seminarios internacionales con el objetivo de poner en valor el papel histórico de las mujeres en los procesos migratorios, políticos y económicos. Por ello, dijo, Bruselas era, en el corazón de la Unión Europea y en este período de presidencia española, el lugar idóneo para continuar sacando a la luz las migraciones femeninas. En la organización del acto, el CDM tuvo especialmente presentes a las españolas que protagonizaron el proceso migratorio más masivo desde España a Europa en la segunda mitad del siglo XX, y que, como Josefa Marín, se establecieron en Bélgica.
La historiadora señaló que con este acto el Centro quiso rendir homenaje a las que fueron emigradas económicas pero también a las que escaparon de la represión política en España, sin olvidarse de sus hijas, miembros de la segunda generación, ni de las ‘Niñas de la Guerra’. Hoy, estas mujeres, tras la incorporación de España a la Unión Europea y la promulgación del Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, son consideradas, de pleno derecho, ciudadanas españolas, a la vez que ciudadanas europeas.
No obstante, un segundo objetivo del encuentro era invitar a la reflexión sobre los procesos migratorios femeninos actuales, que tienen España y otros de Europa como destino. Por ello, seleccionaron el trabajo de Eulalia Valldosera, que presenta estas nuevas migraciones, que siguen reflejando elementos comunes a los procesos migratorios femeninos previos.

Reconocimiento actual
Fernández Asperilla observó que ahora nadie cuestiona y es evidente el peso de las mujeres en la inmigración económica procedente de Europa del Este, de África o de América del Sur. Su papel, apuntó, es decisivo en la construcción de las redes migratorias, como portadoras de información sobre los países de acogida, sobre las posibilidades profesionales, las dificultades administrativas, de vivienda, los riesgos, sobre las condiciones salariales o sobre el nivel de vida. Además, las mujeres envían a sus países de origen dinero e información, que a través de las redes familiares formales o informales, determinarán los flujos migratorios sucesivos.
Este protagonismo femenino está hoy reconocido pero no siempre se concedió la misma importancia al papel de las mujeres en los movimientos migratorios. En el pasado reciente e incluso actualmente, la sociedad española proyecta una mirada sobre el arquetipo del emigrado económico de la segunda mitad del siglo XX como el de un hombre joven, sano y en edad de trabajar, que se trasladaba desde España a Europa en busca de horizontes más prósperos, mientras que las mujeres se quedaban en el país de origen.
A lo sumo, se piensa que las mujeres emigraban en procesos de reagrupamiento familiar y que, por tanto, desempeñaban un papel secundario. Pero esta idea, mantuvo Fernández Asperilla, estudiosa de la materia, “responde a una imagen estereotipada que no refleja la realidad en toda su complejidad y que se ha construido desde los valores de la masculinidad”. “Es cierto que numerosas mujeres se reunieron con sus esposos o parejas a posteriori en el país de acogida, pero también las hubo que emigraron como pioneras”, señala.
La emigración, reflexiona, se presenta en el último caso como una decisión rompedora, revolucionaria en el contexto social en el que se producía. Abría las puertas a la emancipación económica y social femenina, “lo que explica que el gobierno español pusiera trabas a la emigración femenina, mientras que fomentaba la masculina”.
Mantiene que en ambos casos, como pioneras, si llegaron en procesos de reagrupamiento familiar o incluso cuando se quedaron en España, el papel de las mujeres, lejos del carácter subsidiario que se les atribuye, fue esencial, “pues las migraciones no eran el resultado de estrategias individuales sino que tenían una carácter colectivo o grupal, de modo que respondían a un esquema de reparto de tareas entre los que emigraban, los hombres, y los que se quedaban, a menudo las mujeres. Es decir, las que se quedaban formaban parte de la estrategia familiar y hacían posible la emigración masculina”. La marcha de los esposos hizo asumir a las mujeres, en la España de entonces, roles concebidos como masculinos, y por tanto, un protagonismo social impensable en otras circunstancias, apuntó.
También mantuvo que “históricamente las migraciones femeninas han sido un factor de modernización de las sociedades contemporáneas”. Las migraciones femeninas han contribuido, en las sociedades de acogida y en las de origen, a fomentar la incorporación de las mujeres al mercado laboral, sacándolas del espacio privado y del hogar. “Es decir, han servido para normalizar la condición de las mujeres como asalariadas. Incluso en plena Guerra Civil, en el bando republicano, cuando los hombres estaban en el frente, el derecho al trabajo asalariado continuó concibiéndose como esencialmente masculino”, detalló.
Según su exposición, en los países de sur de Europa, exportadores de mano de obra, las migraciones permitieron a las mujeres escapar de la pobreza, acceder a unas condiciones de vida más dignas, incorporarse al mercado de trabajo en mayor medida que en España y continuar en él tras el matrimonio o la maternidad y vivir en países más respetuosos y libres desde el punto de vista de la condición femenina y de los derechos políticos.
Las europeas del sur que emigraron pudieron familiarizarse con los valores democráticos antes que el resto de sus compatriotas que se quedaron en España, así como conocer los valores enarbolados por el movimiento feminista.
Las mujeres son, además, observó, un elemento central en los procesos de integración en los países de acogida, pues muy frecuentemente, frente al deseo masculino de retornar a España o a Portugal, son las mujeres las que prefieren permanecer en el país de acogida, donde se sienten cómodas y consideran que han alcanzado un estilo de vida satisfactorio, que podría verse perjudicado si se produjera la vuelta a su país de origen.
“Numerosas mujeres encontraron en la emigración una alternativa a las opciones que les ofrecía la España de las décadas de los años sesenta y setenta: el matrimonio o permanecer siendo solteronas, lo que era un calificativo despectivo. La emigración fue también una salida airosa para las mujeres embarazadas o las madres solteras, pues les permitía escapar del estigma social al que les condenaba esta condición”, añadió.

‘Objetos Migrantes’
Eulalia Valldosera, artista, presentó su trabajo ‘Objetos Migrantes’ (2001-2008), documental en el que tres inmigrantes residentes en Barcelona hablan del significado de los objetos perdidos, de los conservados o de los que reemplazaron en el curso de su experiencia migratoria.
Valldosera explicó que, como artista, uno de los principios de su trabajo es reciclar cosas que ya existen. La película es un experimento de viaje dentro de su propia ciudad, en el que llevó a cabo una labor de investigación y se propuso penetrar en las casas de mujeres inmigrantes que viven como ella en Barcelona.
Declara que como no es investigadora ni historiadora ni antropóloga, su método de entrevista no es profesional sino que pretende acceder a la intimidad de las inmigrantes, pues como artistas apela a los sentimientos. Las entrevistadas le hablaron de sus objetos a cambio de no salir en pantalla. Por ello, su entrevista no es al sujeto sino al objeto, que forma parte de un mapa que puede ser común a todos los humanos.
La artista reflexiona sobre cómo las cosas que poseemos actúan como un mediador entre nosotros y la realidad. Las inmigrantes entrevistadas se dan cuenta del poder que tienen para ellas los objetos comunes y se evidencia la necesidad de recordar a la persona que se marcha, a la persona que emigra, de modo que, concluye, la relación del inmigrante con los objetos que dejan atrás es más espiritual que la que tienen las personas que no emigran y es una relación similar a la actividad creadora de los artistas.

Experiencia dolorosa
Josefa Marín, del Movimiento Asociativo de Emigrantes Españoles en Bélgica, habló de su experiencia como emigrante; fue una intervención muy diferente de la anterior. Marín nació en 1933 y tres años después estalló la Guerra Civil en España. En ese momento, su padre permanecía escondido para evitar la represión franquista por no querer ir a la guerra. A su madre, que acababa de dar a luz, al no encontrar a su padre, se la llevaron a la cárcel junto a su hermana, que tenía diez días. Ella y un hermano de nueve años quedaron solos y desamparados.
Cuando su madre salió de la cárcel, al cabo de mes y medio, comenzó a trabajar en lo que pudo para mantenerlos y, con sólo diez años, Josefa empezó a trabajar como criada en diferentes casas, a cambio de la comida exclusivamente. Como le encomendaban tareas de adulto que ella, que era una niña, no podía realizar tuvo numerosos problemas, yendo de una casa a otra.
Recordó también que estaba obligada, tras terminar el trabajo, a ir a la iglesia a rezar el rosario. Querría que además de enseñarla a rezar le hubieran enseñado a leer y a escribir, que era lo que a ella le interesaba.
A la edad de 16 años la situación era tan tensa que se marchó de su pueblo a otra localidad, donde vivió durante seis años con una tía. Allí también trabajó a cambio de la comida. Finalmente, emigró a Barcelona, donde conoció a su marido. Al cabo de dos meses, éste se marchó a Bélgica, pues tenía preparados los papeles para emigrar. A ella le dio a elegir, y optó por irse a Bélgica. Para poder ir, el esposo tuvo que buscar una vivienda y se encontró con que los propietarios se negaban a alquilar a extranjeros o a familias con niños. Por ello, tuvo que ocultar a la casera que su mujer estaba embarazada de cinco meses.
Marín rememoró su llegada a Bélgica, completamente sola, y cómo al principio se ocultaba de la casera para que no viera que estaba en estado. Finalmente, cuando lo descubrió se hizo cargo de la situación y la ayudó mucho cuando su hijo nació.
Muy pronto, el bebé enfermó y tuvo que llevarlo al médico y al hospital, con la dificultad de comunicarse en una lengua que desconocía. Como vivían en una casa que no disponía de unas adecuadas condiciones de habitabilidad: una habitación y un comedor, los servicios sociales inspeccionaron la vivienda, pero no recibió ninguna ayuda. Tras la recomendación de que sacara a su hijo de aquellas condiciones, lo envió a España con sus padres. Al cabo de un año de separación, el niño continuaba enfermo y tuvo que desplazarse a Barcelona en busca de un remedio para él.
El alejamiento de su hijo fue duro y un motivo continuo de preocupación. Cuando regresaron a ver a su hijo, su padre y su madre eran dos extraños para él. El bebé identificaba a sus abuelos como sus padres y rechazaba a sus progenitores. Josefa narra cómo tuvo la convicción de que su hijo debía regresar a Bélgica con ella, independientemente de las consecuencias que tuviera para su salud, pues si pasaba otro año en España lo habría perdido definitivamente.
A pesar de no conocer el idioma y de las dificultades, la llegada a Bélgica supuso para Josefa “ver el cielo abierto”. Llegó a un país que le permitía sacar todo lo que llevaba dentro. Apenas tres años después se había concienciado políticamente y buscó las organizaciones políticas y las asociaciones que luchaban contra la Dictadura de Franco. Dice que en la actualidad sigue formando parte de asociaciones y partidos políticos. Cuando asistía a las reuniones, su marido se quedaba al cuidado del bebé.
En Bélgica encontró unas condiciones de trabajo más dignas que en España. Primero trabajó en el servicio doméstico y luego en una fábrica de componentes eléctricos. El cierre de la fábrica supuso su retirada del mercado de trabajo. No obstante, todo lo que ha conseguido, desde el punto de vista material, se lo debe a su trabajo en Bélgica, país en el que se siente integrada y contenta.

en la foto; Josefa Marín. Fuente, Crónicas de la emigración


2.08.2010

which way home nominada al oscar

Which way home, de la directora Rebecca Camissa, es un documental que narra la historia en tiempo real de varios niños centroamericanos y mexicanos que viajan rumbo al norte en el techo de los trenes, en busca del sueño americano. Varios de ellos desaparecen en el trayecto, algunos son regresados a sus países, y solo uno llega a los Estados Unidos para ser deportado después.

Filmado bajo auspicios de HBO ahora Which way home ha sido nominado a los Oscares, y la importancia de esto es, más allá de que lo gane o no, el llevar la historia de los inmigrantes niños que cruzan territorio nacional enfrentando toda clase de peligros en la ignorancia total del mundo.
Les deseamos suerte!

El número de inmigrantes residentes en Asturias se multiplica por ocho

La llegada y el nacimiento de extranjeros en Asturias volvió a salvar las cuentas demográficas. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el balance positivo con el que se llegó al 1 de enero de 2009, con un aumento de 5.151 habitantes con respecto a la misma fecha del año anterior, se debió a la pujanza de la población extranjera, que aumentó un 15,4% en 2008. En concreto, el incremento del número de residentes en Asturias con una nacionalidad distinta a la española fue de 6.315, mientras que los empadronados con pasaporte español disminuyeron en 1.164.
Si bien el incremento de población extranjera es menor, en términos absolutos, que el que se había registrado el año anterior (en 2007 el aumento fue de 8.084 personas), el nuevo dato supone prorrogar en el tiempo una clara tendencia al alza.
De hecho, sólo el número de nuevas altas de foráneos registradas en los padrones asturianos a lo largo del año 2008 supera a la cifra de población extranjera que residía en el Principado hace una década.
El 1 de enero de 1999 en Asturias se contaban 6.048 vecinos con pasaporte expedido fuera de las fronteras españolas. Diez años más tarde esa cifra se ha multiplicado casi por ocho, hasta situarse en 47.119.
Entre 2000 y 2007 el aumento fue casi constante, con la suma de aproximadamente 4.000 extranjeros más cada año, pero a partir del 1 de enero de 2007 esta cifra se disparó y sólo en los dos últimos ejercicios se sumaron 14.399 altas en el padrón. Ese acelerón coincidió precisamente con la entrada en la Unión Europea de Bulgaria y Rumanía, con la que sus nacionales pasaban a convertirse en ciudadanos comunitarios.
El efecto se notó principalmente en el caso de los rumanos, cuya población censada un año después de la ampliación se había duplicado, pasando de 2.733 residentes a 5.280. La comunidad rumana se convirtió entonces en la más numerosa de Asturias, adelantando a la ecuatoriana, posición que según el INE sigue conservando.
En la última actualización se cuentan 6.960 rumanos –1.680 más que el año anterior–, frente a 4.043 naturales de Ecuador (con 71 residentes menos, es la comunidad que más se redujo de las cinco que perdieron población).
Les siguen, por este orden, Colombia (3.421), Brasil (3.395), Portugal (3.355), Marruecos (2.121) y Paraguay (2.078). Este país fue el que registró un mayor aumento relativo, un 25,3%, con 526 empadronados más.
En su informe, el INE distingue entre residentes extranjeros y residentes nacidos en el extranjero, variable en la que se incluyen también los asturianos con nacionalidad española pero que llegaron al mundo más allá de las fronteras españolas. En concreto, de 1.085.289 empadronados con los que contaba Asturias a 1 de enero de 2009, 70.499 nacieron fuera de España. El peso en esta cifra de la emigración asturiana y de la descendencia que retornó a la región se hace notar especialmente en el caso de Argentina: de los 4.474 residentes en Asturias que nacieron allí, sólo 1.518 tienen nacionalidad argentina.
Si se amplía el ejemplo a toda la inmigración procedente de América, se obtiene que de las 35.821 personas que, tras nacer al otro lado del océano, se mudaron a Asturias, sólo 21.926 están nacionalizados en el nuevo continente.
Algo parecido ocurre en Europa con países como Alemania (1.982 nacieron allí, pero sólo 598 con pasaporte germano) y Francia (de 2.558 alumbrados allí, sólo 719 son franceses).
En el lado contrario se sitúan, como excepción, Italia y Rumanía. De los 1.112 italianos y 6.960 rumanos censados en Asturias, sólo 602 y 6.727, respectivamente, nacieron en estos países. Y, en lo que se refiere a la distribución por concejos, Oviedo, pese a no ser el de mayor población, sí es el que más extranjeros tiene censados.
En concreto, en la capital se cuentan 15.568,con primacía de los ecuatorianos: 2.502 o, lo que es lo mismo, más de la mitad de los que viven en toda Asturias.
En Gijón el padrón incluía a 1 de enero de 2009 a 13.108 ciudadanos extranjeros, de los que los 2.186 rumanos constituían la comunidad más numerosa. Les siguen Avilés (3.249 extranjeros), Siero (1.864), Mieres (1.278), Langreo (1.259) y Llanes (654).

Piden una nueva norma de nacionalidad para el acceso ilimitado de los nietos

M.L.Clemente, Madrid


La Organización Internacional de Descendientes de Españoles (OiDE) ha declarado su decepción con la aplicación de la Disposición Adicional Séptima de la llamada Ley de la Memoria Histórica (52/07), que facilita el acceso a la nacionalidad española de descendientes de españoles, cuando se cumple un año de su vigencia. La organización descalifica esta disposición, aún reconociendo que “es un importante paso adelante”, y pide “que se elabore una alternativa para el acceso irrestricto de los nietos a la nacionalidad española”.
Según lo que explica al respecto la OIDE en un comunicado, la aplicación de la Disposición, tanto en España como fuera de ella, “está siendo claramente discriminatoria, parcial, jurídicamente ambigua, confusa administrativamente y engañosa políticamente” y “ha causado una gran decepción en muchos descendientes”.
La califica de discriminatoria porque, explica, “excluye a los nietos de abuelas o madres que hubieran contraído matrimonio con un extranjero”, precisando que ha habido una reciente rectificación al respecto pero que ésta es válida solamente para las exiliadas entre el 36 y el 55, por lo que “continúa excluyendo a los nietos de aquellas mujeres españolas emigrantes antes de 1936, ratificando, a nuestro juicio, una ley franquista que es injusta y discriminatoria”.
La OIDE también argumenta que deja fuera a los hijos mayores de edad de los nietos que han accedido a la nacionalidad de origen mediante esta normativa, dividiendo a la familia. La organización invoca “que ninguna norma de inferior rango a la Constitución puede restringir los derechos de los españoles y su igualdad ante la Ley”.
Añade que “se ha violado la Constitución al despojar de la nacionalidad de origen mediante edicto a varias decenas de hijos de emigrantes por supuestos errores administrativos anteriores” que se han visto durante el actual proceso y que continúa considerando que la transmisión de la nacionalidad española debe estar basada en el “ius sanguinis” y entendiendo que esta condición “no necesita de ninguna reglamentación normativa que la deforme o la coarte” y que la trasmisión de la nacionalidad se produce sólo por ser hijo/a de español/a.
También la califican de parcial porque, dice, va dirigida solamente a los nietos de quienes emigraron o se exiliaron entre 1936 y 1955 y deja fuera a una cantidad importante de nietos, excluye a “los nietos cuyas madres obtuvieron la nacionalidad española por opción” e impide a los nietos que tienen nacionalidad por residencia el cambio a la nacionalidad de origen.

Ambigua y confusa
Asimismo consideran la actual normativa ambigua y confusa. Ambigua porque, dice, está refrendada en una Instrucción, “un instrumento jurídico de menor jerarquía que la Ley de los Registros Civiles o su Reglamento, dejando entonces en manos de un juez la decisión de aceptar o no a trámite la solicitud de nacionalidad de manera discrecional”, lo que dice que perjudica especialmente a los nietos que residen en España.
Valora además que su enunciado es poco preciso y ambiguo y se presta a interpretaciones burocráticas de funcionario “tanto en los Registros Civiles consulares como municipales, que torpedean magistralmente las intenciones de acceder a la nacionalidad de los descendientes”.
La considera confusa y poco supervisada por el Gobierno porque, explica, los funcionarios piden en muchas ocasiones a los solicitantes de la nacionalidad “un número excesivo y abusivo de documentos no contemplados en la Instrucción”; porque durante el primer año “sólo se han otorgado varias decenas de nuevas partidas” cuando dicen que hay “cientos de miles de nietos residentes en España que califican para esta ley y que no conocen cuándo tendrán su nacionalidad” y porque afirma que se han cometido numerosos desatinos e infracciones con los métodos de solicitud de citas, los documentos exigidos para probar la nacionalidad de origen de los hijos de emigantes sin que las autoridades “se enteren de tales atropellos”.
“Al parecer, los instrumentos de supervisión y control del Ministerio de Justicia y del Ministerio de Asuntos Exteriores son insuficientes pues las informaciones aparecidas en la prensa sobre el balance del Gobierno acerca del primer año de la ley omiten todos los problemas enumerados aquí”, dice al respecto.

Decepción
La OiDE se declara decepcionada porque “las promesas del Gobierno, expresadas en boca del ministro Jesús Caldera y del presidente Zapatero, sobre el otorgamiento amplio de la nacionalidad a los nietos no se han cumplido”; porque, valora, el año 2008 no fue aprovechado para preparar la aplicación de la norma y “en algunos Registros Civiles de España aún no conocen la letra y el espíritu de esta legislación”; porque “la premura por aprobar la Disposición Adicional Séptima ha traído consecuencias desastrosas y ha provocado desencanto, frustración e indignación entre miles de descendientes de la emigración española” y porque, añade, “este tema debería ser considerado como un tema de política de Estado y ha sido tratado como de política menor”.

Exigencias
Con todo ello, “y con la moral conferida por nuestra condición de hijos o nietos de los emigrantes de este país”, la OIDE dice: “Exigimos al Gobierno español” que emita una norma “de obligado cumplimiento tanto para los jueces como para los encargados de los Registros Civiles de todas las comunidades autónomas y consulados referida a los documentos y plazos para la tramitación del acceso a la nacionalidad” mediante la Disposición Adicional Séptima de la ley 52/07, y que “elabore una alternativa para el acceso irrestricto de los nietos a la nacionalidad española, tal y como pidió en su momento el Consejo de la Ciudadanía Española en el Exterior”.
También que “dicte una instrucción similar a la que se aprobó para las nacionalidades por residencia, para disminuir la espera a los descendientes que residen en España y al propio tiempo decongestionar el trabajo del Registro Civil Central” y que “se legisle en un plazo breve una Ley de Nacionalidad para evitar tantos desatinos y errores, mediante las sucesivas modificaciones del Codigo Civil, tal y como lo han pedido algunos ilustres miembros del Consejo de la Ciudadanía Española en el Exterior, acorde con el entorno de la Unión Europea de la que España forma parte indisoluble”.

Medidas que anuncia la organización
Para presionar en favor de los intereses que defiende, la OIDE anuncia que solicitará “una cita con la vicepresidenta primera del Gobierno, conjuntamente con los directores generales afectados en este proceso”; emitirá notas de prensa en las que “se comunique nuestro total desacuerdo con el desarrollo de la ley”; e instará a todos los descendientes a que se organicen y desarrollen distintas acciones en los lugares de residencia para ser escuchados.
También que hará llegar su desacuerdo a los partidos políticos, denunciará la situación al Defensor del Pueblo en España y solicitará al Ministerio español de Igualdad que informe “sobre si algunas interpretaciones de la ley vulneran el principio de igualdad entre hombres y mujeres”.